Cuando uno viaja en bus hacia Lima y pasea por sus calles llenas de historia, es imposible no sentir la atracción magnética del Convento San Francisco. Este complejo arquitectónico no solo es un testimonio de la fe y el arte colonial, sino también un portal hacia un pasado subterráneo que pocos lugares en el mundo pueden ofrecer: las catacumbas de Lima.
La historia del Convento de San Francisco se remonta a la época de la colonización española. La construcción de este magnífico edificio comenzó en 1535, un año después de la fundación de Lima por Francisco Pizarro. El convento fue erigido por los frailes franciscanos, quienes llegaron con los conquistadores para evangelizar a la población indígena. Con el tiempo, el convento se convirtió en uno de los centros religiosos y culturales más importantes del Virreinato del Perú. Su arquitectura, que mezcla el barroco español con influencias indígenas, es un testimonio del mestizaje cultural que caracteriza a la ciudad.
El Museo Convento San Francisco fue fundado en 1969, con el objetivo de preservar y exhibir la rica historia y el patrimonio artístico del convento. Este museo alberga una vasta colección de arte religioso, incluyendo pinturas, esculturas y objetos litúrgicos que datan de la época colonial. Entre sus tesoros se encuentra una impresionante biblioteca, que contiene más de 25,000 volúmenes, muchos de ellos incunables y manuscritos únicos que datan del siglo XVI.
Las catacumbas del Convento de San Francisco son quizás el aspecto más intrigante y misterioso de este sitio histórico. Estas catacumbas, que se construyeron a finales del siglo XVII y principios del XVIII, servían como cementerio subterráneo para los miembros de la orden franciscana y para algunos ciudadanos prominentes de Lima. Durante esta época, era común enterrar a los muertos en las criptas de las iglesias debido a la creencia de que así estarían más cerca de Dios en el Juicio Final.
Explorar las catacumbas es una experiencia única. Se estima que en estos osarios se encuentran los restos de más de 25,000 personas. Al recorrer sus oscuros y estrechos pasillos, los visitantes pueden observar los huesos dispuestos en patrones geométricos, un método que los frailes utilizaban para ahorrar espacio y rendir homenaje a los fallecidos. La disposición de los huesos, especialmente los cráneos y fémures, en formas concéntricas y simétricas, añade un aire de misterio y solemnidad al lugar.
Visitar las catacumbas del Convento de San Francisco es una oportunidad para sumergirse en el pasado y reflexionar sobre las costumbres funerarias y las creencias religiosas de la Lima colonial. Para explorar las profundidades de las catacumbas, los adultos nacionales o extranjeros deben pagar S/20.00. Los estudiantes universitarios o técnicos tienen un precio reducido de S/10.00, mientras que para los niños es de S/5.00.
Además del Convento de San Francisco y sus catacumbas, Lima ofrece una gran variedad de lugares interesantes para visitar. Uno de los sitios más emblemáticos es la Plaza Mayor, el corazón del centro histórico de Lima. Aquí se encuentran la Catedral de Lima, el Palacio de Gobierno y el Palacio Arzobispal, todos ellos magníficos ejemplos de la arquitectura colonial.
Ubicado en una hermosa mansión virreinal del siglo XVIII. Este museo alberga una impresionante colección de arte precolombino, incluyendo cerámicas, textiles y objetos de oro y plata de las antiguas culturas peruanas. La colección de huacos eróticos del museo es especialmente famosa y ofrece una visión fascinante de la vida y las creencias de los antiguos peruanos.
Para los amantes de la naturaleza y la ciencia, el Parque de las Leyendas es una excelente opción. Este parque zoológico y botánico alberga una gran diversidad de fauna y flora, así como un interesante museo arqueológico. Aquí, los visitantes pueden aprender sobre la biodiversidad del Perú y la historia de las civilizaciones que habitaron el país antes de la llegada de los españoles.
El Malecón de Miraflores ofrece unas vistas espectaculares del Océano Pacífico y es el lugar perfecto para un paseo al atardecer. Este paseo marítimo, bordeado de parques y jardines, es uno de los lugares más bellos de Lima y ofrece una experiencia relajante y escénica.
El barrio bohemio de Barranco es otro destino que no se debe pasar por alto. Conocido por su vibrante vida nocturna, sus coloridas calles y sus hermosas vistas al océano, Barranco es el lugar perfecto para disfrutar de la cultura contemporánea de Lima. Aquí se pueden encontrar numerosos bares, restaurantes, galerías de arte y tiendas de diseño, lo que lo convierte en un lugar ideal para explorar tanto de día como de noche.
Al llegar a Lima, la capital gastronómica de América Latina, los visitantes se encontrarán con una increíble variedad de platos tradicionales que reflejan la rica diversidad cultural y culinaria de la región. Aquí hay tres platos principales que no debes dejar de probar:
El ceviche es el plato más emblemático de Perú y una delicia imperdible en Lima. Este plato consiste en pescado fresco marinado en jugo de limón, acompañado de cebolla roja, ají, y cilantro. Se suele servir con choclo (maíz peruano), camote (batata) y cancha (maíz tostado). La acidez del limón “cocina” el pescado, dándole un sabor fresco y vibrante que es perfecto para el clima cálido de Lima.
El lomo saltado es un ejemplo perfecto de la fusión culinaria en Perú, combinando técnicas de cocina china con ingredientes peruanos. Este plato consiste en tiras de carne de res salteadas con cebolla, tomate, ají y otros condimentos, todo mezclado con papas fritas y servido con arroz. Es un plato sabroso y sustancioso que destaca por su mezcla de sabores y texturas.
El ají de gallina es un plato cremoso y reconfortante que consiste en pechuga de pollo desmenuzada servida en una salsa espesa hecha a base de ají amarillo, nueces, queso, leche y pan. Se acompaña generalmente con arroz blanco y, a veces, con papas hervidas y aceitunas. Su sabor suave y ligeramente picante lo convierte en un plato muy popular entre locales y visitantes por igual.
Las catacumbas del Convento de San Francisco en Lima, un sitio lleno de misterio y fascinación, son un destino imperdible que cautiva con su rica historia y su atmósfera única. Viajar desde Chimbote a Lima en bus es una experiencia cómoda y conveniente, ya que ofrece la oportunidad de disfrutar del paisaje costero y del desierto peruano a lo largo del trayecto. La ruta de aproximadamente 440 kilómetros sigue la Carretera Panamericana y dura alrededor de 8 a 9 horas.
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