La Fiesta de la Virgen de Fátima involucra una serie de celebraciones a lo largo de todo el Perú. En redBus te contamos la historia detrás de esta festividad, así como los lugares más importantes en donde se llevan a cabo.
La Fiesta de la Virgen de Fátima es una de las más famosas en el Perú. Se realiza cada 13 de mayo en diversas regiones del país. Convoca a miles de turistas nacionales y extranjeros en actividades en las que participan tanto locales y visitantes. Un viajero puede ser testigo de juegos pirotécnicos, ferias gastronómicas, verbenas populares y, por supuesto, eventos religiosos y culturales. Pero, ¿cuál es la historia detrás de esta festividad?
Se trata de una visión comprobada por la mismísima Santa Sede y una de las más reconocidas del siglo XX. Tres niños pastores llamados Jacinta, Francisco y Lucía dos Santos contemplaron a la Virgen María, siendo Lucía la encargada de narrar de lo que fueron testigos.
Los primeros avistamientos fueron relatados por ella en 1915 cuando era una niña. La pequeña contó haber experimentado visitas de la Virgen María. Ya en 1917, sus primos Francisco y Jacinta Marto, quienes trabajaban como pastores en el pueblo Fátima –también llamado Cova da Iria y ubicado en la región del Centro en Portugal–, también vieron el hecho sobrenatural.
Los tres pastores observaron al mismo tiempo a la Virgen. Ella les confió que volvería todos los días 13 por los próximos seis meses. Además, les confesó que Francisco y Jacinta morirían pronto. La única sobreviviente con el tiempo sería Lucía, quien sería la encargada de dar testimonio de lo ocurrido.
Con el tiempo, estas apariciones se volvieron especialmente famosas entre los fieles y, el 13 de julio, la Virgen le reveló un secreto importante a Lucía. La última aparición se llevó a cabo el 13 de octubre. Para ese entonces, ya miles de fieles se habían enterado de los sucesos, así que acudieron para observar también lo que ocurría. Fue allí cuando se llevó a cabo el denominado “milagro del sol”: después de que la Virgen María apareciera, el sol comenzó a temblar como una especie de “danza”, según contaron los presentes.
Francisco y Jacinta murieron debido a la gripe española en 1918, mientras que Lucía se hizo religiosa en el convento de las Hermanas Doroteas. En este lugar, el obispo de Leiria proclamaría como auténticas las apariciones, en el año 1930.
Sor Lucía, ahora con una vida religiosa, escribió cuatro memorias entre los años 1935 y 1941. El secreto principal fue escrito en un sobre sellado en 1944, bajo las órdenes de que no se abriera hasta 1960. Este documento, antes de ser revelado al mundo, fue leído por el papa Juan XXII y el papa Pablo VI.
No obstante, fue recién en el año 2000 cuando se revelaron al mundo, a manos del papa Juan Pablo II, los escritos de Sor Lucía. Después de su intento de asesinato el 13 de mayo de 1981, el papa notaría la conexión entre este evento y la Virgen María, pues declaró que “fue la mano de una madre la cual orientó la trayectoria de la bala”.
El secreto se divide en tres partes. La primera, para muchos fieles la más importante, refiere a una visión de lo que sería el infierno. Se trata de las consecuencias de no arrepentirse de los pecados. La segunda se relaciona a la devoción a la propia Virgen María. Allí se puede leer el siguiente fragmento: “Usted ha visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios establece en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”.
Por último, la tercera parte hace referencia a un futuro de apocalípsis. Sin embargo, importantes hombres religiosos como Joseph Ratzinger (el papa Benedicto XVI), indica que esta hace referencia a cómo vivir mejor para evitar el caos y la perdición proclamados para los años que vienen.
Esta es la historia de una de las más grandes celebraciones en el mundo. El año pasado fue de especial envergadura, pues se celebraron los 100 años de las apariciones a los tres pastores.
La Santa Sede permite oficialmente el culto a “Nuestra Señora de Fátima”, nombre que se le da a la Virgen, ya que los hechos ocurrieron en el pueblo de Fátima, en Portugal. De acuerdo con el Directorio Eclesiástico de la Conferencia Episcopal Peruana (en su última edición 1998), en el Perú hay 19 parroquias cuyo objetivo es rendir culto a la Virgen de Fátima. Ellas están ubicadas en Ica, Lima, Arequipa, Cusco, Huacho, Huancayo, Iquitos, Huánuco, Puno, Tacna, Piura, Trujillo, Moyobamba, Puerto Maldonado, entre otros lugares. Es por eso que las festividades tienen lugar en numerosas regiones y las actividades varían según la ciudad en la que se realizan.
Entre las regiones más representativas y visitadas en mayo está Ayacucho. La Fiesta Patronal Virgen de Fátima se lleva a cabo en la ciudad de Huamanga. Allí los turistas pueden disfrutar de comidas típicas, ventas de productos artesanales, tardes taurinas, entre otras actividades. Los pobladores también organizan danzas regionales autóctonas. En el Templo de San Francisco de Asís, los fieles se congregan para orar en honor a la Virgen y recibir la bendición del sacerdote.
En esta región, la Virgen de Fátima es considerada entre los principales referentes de espiritualidad. Es por ello que los cultos y rezos se realizan durante todo el año, no solo cada 13 de mayo. En este día central se realizan eventos como presentaciones de caballos de paso, peleas de gallos, procesiones y grandes misas. El año pasado, por ejemplo, para la conmemoración de los 100 años se realizó una misa solemne en la Basílica Catedral, en la ciudad de Trujillo. Allí se congregaron cientos de fieles, que luego llevaron la imagen de la Virgen por las principales calles de la ciudad por medio de una procesión.
Allí se realiza una costumbre especial. En el santuario del Señor de Qoylloriti, durante la fiesta del Corpus Christi, los pobladores bailan y cantan mientras se acercan a la urna de la Virgen de Fátima. Alrededor de ella escenifican la vida cotidiana, los negocios, las compras y otras actividades del día a día. Al finalizar piden sus deseos a la Virgen, con el anhelo de que estos se cumplan en el futuro.
El año pasado, por el centenario de la aparición a los pastores, se realizó una procesión en el distrito de Santiago. La imagen de la Virgen de Fátima fue transportada en el papamóvil que usó el Papa Juan Pablo II cuando visitó Cusco en 1982.
En la capital también se realizan actividades, por lo que no es necesario irte muy lejos para tener un acercamiento con estas costumbres. Aquí hay muchas parroquias, una de las principales es la llamada Nuestra Señora de Fátima, ubicada en Miraflores. La municipalidad de este distrito, en conjunto con el Consorcio de Colegios Católicos, suele organizar procesiones que parten desde la sede del municipio hasta la parroquia, ubicada en la Avenida Armendáriz.
En el distrito de Cercado de Lima también hay una parroquia dedicada a la Virgen de Fátima. Está ubicada en la Unidad Vecinal Número 3, en la Avenida Colonial. Allí se realizan actividades religiosas en beneficio de los enfermos y los más necesitados. Además, se llevan a cabo procesiones en el perímetro de la parroquia, junto con verbenas criollas organizadas por la Hermandad Nuestra Señora de Fátima.
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