El Santuario Nacional de Ampay es una maravilla natural ubicada en el departamento de Apurímac, cerca a Abancay. Cubre un territorio de 3636 hectáreas y protege el mayor bosque de árboles de la sierra peruana. Aquí habita la única especie de coníferas nativas del Perú, la intimpa.
Sus densos bosques albergan muchas especies de vida silvestre, en su mayoría aves. El santuario también cuenta con una serie de lagos glaciales y arroyos cristalinos. Estos fluyen desde el majestuoso pico nevado del glaciar Ampay, que le otorga su nombre a la región.
Este santuario está ubicado a solo 5 kilómetros de Abancay, en dirección al norte, a unos 10 minutos en carro. El pasaje de bus de Lima a Abancay cuesta 80 soles y el tiempo de viaje es de 16 horas aproximadamente.
Se ubica en puntos que varían desde los 2850 hasta los 5200 metros sobre el nivel del mar. Debido a la altura, hay que tener cuidado con el clima, puesto que en las zonas más altas puede llegar a los cero grados, con presencia de montañas nevadas. En las zonas más bajas, la temperatura puede llegar a los 16 grados.
El objetivo principal del Santuario Nacional de Ampay es conservar a la intimpa, una especie arbórea que actualmente se encuentra en peligro de extinción. Contiene una gran parte de los picos nevados entre los Andes del Sur y la Cordillera de Vilcabamba, lo que le brinda una belleza única típica de los paisajes de la sierra. La flora y fauna es muy extensa y se le considera una “isla biológica”.
La biodiversidad está acompañada de muchos riachuelos, manantiales, lagunas y áreas verdes, perfectos para los amantes de la naturaleza. Es por ello que se pueden observar varias especies de animales, tales como el venado de cola blanca, la vizcacha, el zorro andino, el zorrino, el puma, la taruca, el oso de anteojos, leones de montaña, gatos monteses y búhos.
El avistamiento de aves también es muy común en la zona. Allí se encuentran la colaespina de Abancay, el pololoco, la huallata e incluso al cóndor andino. El bosque de intimpas es lo más representativo del lugar, pero también hay otras especies de flora, como los diversos tipos de orquídeas, la unca, el wancartipa o el chachacomo.
Es un árbol originario de Abancay que alcanza los 15 metros de altura. Sus ramas tienen forma piramidal, miden entre 3 y 6 centímetros y son punzantes. Su nombre proviene de las palabras quechua inti (sol) y pa (árbol), por lo que significa “árbol del sol”, o “árbol del dios Sol”.
Está prohibida la tala indiscriminada y se sabe que antes solían ser cortados para usarlos como leña, árboles de navidad u otros usos de manera incorrecta. Sin embargo, con la autorización de las autoridades, sí es posible la tala (la madera es de alta calidad) solo en ciertos sectores y en fechas determinadas; esto beneficia a la economía destinada también a su conservación.
Los tres miradores están especialmente habilitados por el fuerte movimiento turístico en el santuario y son mantenidos en buen estado por las autoridades. El primero es llamado Chuyllurpata y está ubicado a 3150 metros sobre el nivel del mar. Ofrece una vista de la ciudad de Abancay, así como parte del nevado Ampay.
El segundo es Condortiana, a 3250 metros de altura, el cual ofrece una gran vista al bosque del Cerro San Cristóbal y a la zona de Pucaorcco. El último es el mirador de Accoccasa, a 3450 metros de altura. Desde allí se pueden observar los bosques de Ñacchero, Ccanchispuquio y Pacopata, pertenecientes al santuario.
La Laguna Uspaccocha es uno de los principales atractivos turísticos y el preferido por la mayoría de turistas. Llegar a ella y recorrerla dura dos horas aproximadamente. En español significa “laguna grande” y se asemeja a un cráter gigante rodeado de mucha vegetación. Sus aguas cristalinas logran un reflejo inigualable de las montañas cercanas. El paisaje está conformado por bosques altoandinos de árboles de ollantay.
También está Ankasq’ocha, que significa “laguna chica”. Está rodeada por el bosque de intimpas, conocido como “bosque mágico”. Muy cerca también están los bosques de árboles enanos de Chachacomo y Chuyllur. Cabe recalcar que, en el mismo territorio del santuario y en zonas cercanas como Gentilcorral, Trujipata y Q’asca, hay evidencia de pinturas rupestres, lo que también significa una ruta para los interesados en la arqueología del sector.
La más recomendada es el trekking que inicia en el Centro de Visitantes del Santuario Nacional de Ampay, para luego seguir por otras zonas principales, como el nevado Ampay. Este da lugar a lagunas, la mayoría ubicadas al sur. El glaciar se alza hasta los 5235 metros sobre el nivel del mar. Si tienes experiencia y estás acompañado de un guía profesional, también puedes practicar andinismo o montañismo en los nevados.
Recuerda que puedes realizar tu visita durante todo el año. Sin embargo, planifica tu viaje según el clima que deseas encontrar. En el santuario se pueden observar dos épocas muy notorias: la temporada de lluvias, entre noviembre y abril, y la temporada de sequía, entre mayo y octubre.
Si bien es cierto que la temporada de lluvias te puede traer alguno que otro inconveniente para tus caminatas, en esta época encontrarás una vegetación más atractiva. Sin embargo, no es recomendable si quieres recorrer distancias extensas o practicar montañismo.
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